Recomendaciones para rotura de menisco
En esta publicación compartimos algunas recomendaciones para rotura de menisco y cómo identificarlo. Una de las causas más frecuentes de consulta en clínica, están relacionadas con patologías que se producen en las rodillas. Y los meniscos son la parte que se lesiona con mayor frecuencia.
Los meniscos son dos estructuras de fibrocartílago que se ubican en el interior de la rodilla y se sitúan entre el cartílago del hueso del fémur y el de la tibia. El menisco situado hacia dentro de la rodilla se llama menisco interno o medial y el contrario menisco externo o lateral.
Su función es la de amortiguar las cargas y estabilizar de manera más eficaz la rodilla, aumentando la congruencia entre el cartílago tibial y el femoral.
Ciertos movimientos de la rodilla pueden producir lesiones en los meniscos, estos se rasgan cuando la rodilla sufre un giro violento, normalmente cuando el cuerpo se mueve respecto a la pierna fija: se bloquea un esquí, levantarse rápidamente desde una posición en cuclillas o incluso en la entrada de un contrario en el fútbol…
¿Qué síntomas puede producir una rotura de menisco?
Si has sufrido un desgarro del menisco, podrían pasar 24h o más hasta que aparezca el dolor y la hinchazón, en especial si el desgarro es pequeño.
Los síntomas más habituales en una rotura de menisco son:
- Sensación de chasquido.
- Hinchazón o rigidez.
- Dolor, en el especial al torcer o girar la rodilla. Es más frecuente notar dolor en el lado de la rodilla correspondiente al menisco roto cuando se realizan los giros de rodilla.
- Sensación de que la rodilla se encuentra trabada al tratar de moverla o de que esta se afloja.
- Dificultad para estirar por completo la rodilla, esta situación indica que la parte rota del menisco se ha desplazado hacia el centro de la rodilla y obstaculiza su movimiento.
¿Qué puedes hacer inmediatamente si sufres una rotura de este tipo?
- Aplicar frio local durante las primeras 72h, evitar el contacto directo con la piel ya que puede producir quemaduras por congelación. Lo habitual es termino entre 8-10 minutos cada hora con cuidado de no sobrepasar las 3h totales por día. Para su aplicación podemos utilizar una bolsa con cubitos de hielo o el cold pack.
- Reposo mínimo de 24 a 48h, para evitar aumentar la lesión.
- Realizar un vendaje compresivo elástico, que no sea muy rígido para evitar cortar la circulación de la sangre.
- Elevación de la pierna durante varios días. En el caso de estar sentado se puede apoyar la pierna sobre una silla y si se encuentra acostado es aconsejable colocar una almohada bajo la pierna, de forma que el pie esté más alto que el corazón.
La opción de tratamiento por la que más se opta es la operación de rodilla mediante artroscopia, sin embargo, existen tratamientos conservadores como la Fisioterapia, que aceleran los tiempos de recuperación y trabajan el fortalecimiento de la articulación del paciente.
Mercedes Romero Martín, Fisioterapeuta
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