¿Qué debemos tener en cuenta ante un esguince de tobillo?
Los ligamentos ayudan a estabilizar las articulaciones evitando el movimiento excesivo. El esguince de tobillo se produce cuando se fuerzan los ligamentos más allá de su amplitud normal de movimiento, la mayoría del lado externo. En función del grado de distensión, dolor e inflamación se le asigna un grado de esguince diferente:
- Grado I: esguince leve, donde los ligamentos se distienden ligeramente. Aparecerá algo de dolor y un poco de hinchazón.
- Grado II. esguince moderado, donde los ligamentos se rompen parcialmente y la articulación del tobillo se nota demasiado laxa (floja, sin tensión). El tobillo duele y es posible que permanezca hinchado durante un tiempo. Cuesta apoyar el pie afectado y poner peso sobre él.
- Grado III. Es el tipo de esguince más grave y ocurre cuando hay rotura total de ligamento. La articulación del tobillo duele mucho y está bastante hinchada. La persona notará el tobillo laxo e inestable y lo más probable es que no pueda apoyar ningún peso en el pie afectado desde el principio.
Siendo una de las lesiones más comunes, es frecuente encontrar en consulta a pacientes con problemas en el tobillo por un “esguince mal curado” o personas que una vez han sufrido un esguince, empiezan a tener esguinces de repetición; y es que, además de la afectación ligamentaria, debemos tener en cuenta los pequeños desajustes entre los huesos del pie que provocan bloqueos articulares y tienen diversas consecuencias si no se solucionan (aunque el ligamento se haya recuperado sin problemas). Estas disfunciones no suelen tener demasiada importancia para la medicina conservadora, pero los fisioterapeutas sabemos que es vital tratarlas para que en un futuro no se produzcan esguinces de repetición, problemas de rodilla, cadera o incluso de espalda, puesto que el pie es un captor postural.
Asimismo, el restablecimiento de la propiocepción en el tobillo es imprescindible para evitar recidivas. Podemos definir propiocepción como la capacidad que tiene el organismo de ubicar la posición de nuestras articulaciones y músculos para poder mantener el cuerpo en equilibrio. Debe restablecerse mediante ejercicios y tratamiento específico.
Ahora os dejamos algunos ejercicios simples que solemos indicar a nuestros pacientes en consulta para que vayan realizando el trabajo en casa, una vez que hemos superado la fase aguda y estamos preparándonos para la fase de vuelta a la actividad física.
EJERCICIOS DE MOVILIDAD: movimientos de flexión, extensión, inversión y eversión.
EJERCICIOS DE FORTALECIMIENTO (con banda elástica)
EJERCICIOS DE PROPIOCEPCIÓN: es muy importante este trabajo una vez que hemos superado la fase aguda y estamos preparándonos para la fase de vuelta a la actividad física.