¿Espondilolisis o Espondilolistesis?
Existen patologías que, por sus características, suelen estar vinculadas entre sí y tienden a aparecer de forma conjunta en la espalda de nuestros pacientes, como es el caso de la espondilolistesis y la espondilólisis.
La primera consiste en el desplazamiento de una vértebra sobre otra inferior, precedida en la mayoría de los casos por una espondilosis, fractura del istmo o pars interarticularis que une el cuerpo de la vértebra con el arco posterior de la misma. Dicha fractura, puede ocurrir sólo en un lado, por lo que no se producirá desplazamiento del cuerpo vertebral. Sin embargo, cuando se produce la fractura de ambos lados el cuerpo vertebral tiende a desplazarse produciendo la espondilolistesis. Afecta con mayor frecuencia a las vértebras L4-L5, L5-S1, las más bajas de la columna lumbar.
Las causas que provocan este tipo de lesiones pueden ser:
– Un defecto congénito en la columna, el cual aparece generalmente unos años después del nacimiento. No llega a osificarse la lámina en el proceso de maduración ósea.
– Un traumatismo agudo en la espalda.
– Sobreextensión crónica de la espalda producida por ciertas actividades deportivas.
– Condiciones degenerativas de la columna
Dado que un porcentaje de espondilolistesis son asintomáticas, el diagnóstico no va a ser sólo el resultado de unas pruebas de imagen sino que va a prevalecer la clínica y exploración física que presente el paciente para la toma de decisiones. El empeoramiento de la sintomatología puede darse en adultos durante la tercera década de la vida debido a un pinzamiento del disco L5-S1 progresivo, produciendo una pseudoprotrusión discal con el consiguiente estrechamiento de la salida de las raíces nerviosas y dolor ciático.
Esto hace que la clínica y exploración física sea diferente en adolescentes y adultos:
- Infancia/adolescencia: la fractura de estrés de la pars interarticularis (parte de una vértebra ubicada entre los procesos articulares inferior y superior de la articulación facetaria) puede no dar síntomas o puede dar dolor lumbar tipo mecánico (dolor con bipedestación prolongada, con ejercicios de hiperextensión lumbar…). Si tienen desplazamientos importantes, va a aumentar la curvatura lumbar (hiperlordosis) y como mecanismo compensador puede aparecer contractura de músculos isquiotibiales. Sólo en las espondilolistesis de alto grado (habitualmente displásicas) el paciente puede tener una marcha característica (“marcha de pato o anadeante”) y síntomas de compresión de raíces nerviosas
- Adultos: en muchas ocasiones la espondilolistesis pasa desapercibida en la infancia y adolescencia y el disco L5-S1 se va a degenerar progresivamente, por lo que el paciente a partir de los 30-40 años puede comenzar con síntomas de dolor lumbar y síntomas añadidos de radiculopatía (dolor ciático, parestesias, quemazón y pérdida de fuerza en piernas).
El tratamiento dependerá del grado de la patología y otras características individuales. En aquellos casos en que esté indicado, la aplicación de un programa de ejercicio específico para el fortalecimiento de la musculatura lumbar estabilizadora, puede llegar a evitar el riesgo de desplazamiento derivado de una espondilólisis o frenar la progresión del mismo. Además se ha visto efectivo en la reducción significativa de los síntomas y el dolor permitiendo al paciente retomar las actividades cotidianas y deportivas.